Vivienne
Isabel Swire (Derbyshire, Inglaterra, 8 de abril de 1941-Clapham, 29
de diciembre de 2022), conocida como Vivienne Westwood, fue
una diseñadora de moda y empresaria británica, considerada
como la principal responsable de la estética asociada con el punk y
el new wave y una de las primeras en denunciar públicamente
los efectos perniciosos de la industria de la moda en el medio ambiente.
Excéntrica
e irrevente como ninguna, revolucionó la moda en una época donde los hippies se
manifestaban en contra esta industria. Pero ella no volcó su desprecio en los
atuendos, sino que los hizo parte de su activismo y encendió el espíritu de
miles de jóvenes, quienes, unidos bajo la cultura punk, se alzaron a favor de
la justicia y la libertad.Activista, reivindicativa,
excéntrica, inconformista... Son numerosos los calificativos que se le
atribuyen a la diseñadora, y muestras de ello ha dado muchas, pero lo cierto es
que su forma de querer cambiar el mundo se tradujo en creaciones que mostraban
más que una estética. Vivienne Westwood, uno de los nombres más
influyentes de la moda durante el siglo XX y XXI, conocida también como la
creadora de la estética punk, en la ciudad de Londres. Durante las muy
memorables cinco décadas en las que se desempeñó en la industria, la prolífica
diseñadora británica acumuló una inmensa lista de seguidores y de momentos de
la moda que merecen estar en los libros de historia. Para decirlo simple, si es
que se puede, Westwood redefinió de manera continua la manera en la que
vestimos, ganándose un inmenso respeto y reconocimiento mundial, así como
también el título de Dama del Imperio Británico.
Nacida durante la Segunda Guerra Mundial, Westwood pasó los primeros
años de vida en un pueblo rural de Inglaterra. Debido a los conflictos
políticos y la escasez de tela que produjo, la compra de ropa nueva estuvo
racionada durante toda su infancia. A modo de solución, Gran Bretaña lanzó una
campaña llamada “Make Do and Mend” que pretendía que las amas de casa
aprendieran a confeccionar sus prendas a partir del reutilizamiento de ropa
vieja, sea creando nuevos diseños, realizando “bonitos parches decorativos” o
convirtiendo la ropa de hombre en la de mujer.Tras divorciarse
de su primer marido, conoció a Malcolm McLaren, líder del grupo Sex Pistols, y abrieron una tienda de
moda. En la década de 1970, su negocio se convirtió en un referente
y vistió a las bandas de punk más famosas de la época inició en el punk,
abriendo una tienda en el 430 de King’s Road, que se convertiría en la meca de
la antimoda y el origen de su carrera como diseñadora. De ahí empezó a diseñar
sus propias colecciones, hasta que dio el salto a las pasarelas. París y Londres
fueron sus escaparates y donde pudo mostrar a todo el mundo sus ‘locas’
creaciones. Y su último gran proyecto, antes de que falleciera, el pasado 29 de diciembre de 2022, fue la creación, junto a sus
hijos y su nieta, de la fundación sin ánimo de lucro para continuar con su
legado, The Vivienne Foundation,
Con 40 años cumplidos, Westwood empezaba a demostrar que su relación con el diseño no era únicamente una idea rebelde de su juventud, sino una honesta pasión por la moda. No pasa mucho tiempo para que la alta costura le abra los brazos y presentara su primera colección en pasarela [junto a McLaren], “Pirata (1981)”. El nombre hacía alusión a una “epoca de asaltadores de caminos, dandis y bucaneros”. También se leía como una crítica mucho más sutil, que acusaba de “saqueadores” a la corona.Hasta este punto, la diseñadora sintió que la contribución de su socio y pareja era casi nula. Tiempo después confirmaría que estaba sufriendo de violencia verbal, con McLaren rebajándola a una simple “costurera” y acreditándose el éxito de todas sus creaciones. Por esa razón, y para adquirir mayores experiencias, en 1984 se muda a Italia.
fue a partir de los ochenta cuando sus diseños
comenzaron a obtener el respeto del mundo de la moda, sobre todo porque sus
ideas fueron adoptadas por diseñadores como Karl Lagerfeld, Jean-Paul Gaultier
o Lacroix.
Westwood disfrutó de una larga carrera, con
desfiles triunfales en Londres, París, Milán y Nueva York, convirtiendo su
nombre en sinónimo de estilo y actitud incluso cuando cambiaba de enfoque año
tras año. Y a medida que su prestigio crecía, logró trascender la moda, como
prueba que sus diseños se mostraran en museos de todo el mundo.
Al igual que
sucedió con muchos representantes del punk, la joven que había despreciado al
establecimiento británico finalmente se convirtió en una de sus principales
figuras, siendo condecorada con la Orden del Imperio Británico por la reina
Isabel II. Esta evolución no le impidió seguir vistiendo como una adolescente
pese a tener 60 años, convertida en una defensora de la lucha contra el cambio
climático, manteniendo siempre como bandera su atuendo atrevido y llamativo,
marca registrada de Westwood. Reivindicativa,
provocadora, irreverente, pero todo un símbolo para su país. De vestir la
icónica camiseta de los Sex Pistols con el mensaje “Dios salve a la
Reina” pasó a ser recibida por Isabel
II y honrada con la Orden del Imperio Británico en 1992Otro aspecto que
le preocupó en vida, fue la contribución negativa de la moda en el cambio
climático, por lo que buscando reducir su propia huella, creó el Manifiesto de
la Revolución Climática para criticar y rechazar el tratamiento del medio
ambiente por parte de la civilización. Son incontables, además, su apoyo a
diversas ONG relacionadas a este tema, en especial CoolEarth; y los donativos
que realizó para la conservación de ecosistemas de tribus indígenas y refugios
de vida silvestre.
Sin
embargo, Westwood decidió ir más allá, y en un mundo dominado por la moda
aspiracional de insurgentes casas como Dior, hizo su propia versión del DIY (Do
It Yourself/Hazlo tú mismo), transformándolo en un símbolo rebeldía y
activismo. Es así como recuperó el estampado tartán [en alusión a la represión
al pueblo escosés], diseñó camisetas con mensajes trasgresores, empleó
elementos del fetichismo, e incluso transformó desperdicios como las bolsas de
basura.Con mayor independencia y libertad creativa, Westwood se autodeclara
“diseñadora” y es invitada a Tokio para lanzar su colección de primavera-verano
llamada “Hypnos”, en el marco de los premios mundiales de moda “Best of Five”
de Hanae Mori, con Calvin Klein, Claude Montana y Gianfranco Ferre. En adelante
adquiría inspiración en las mujeres “Tatler”, una parodia al rígido estilo de
la clase alta.
Fue
una mujer consecuente que demostró su propio valor en una industria liderada
por hombres. Pese a lo difícil que fue abrirse camino, nunca dejó por sentado
su reconocimiento y constantemente busco viajar a diversos lugares del mundo
que le proporcionaran mayor creatividad. Trabajó hasta este, su último año de
vida, y por ese esfuerzo, se le recordará con aprecio. Sin duda, tiene un lugar
asegurado en la historia de la moda.
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